Y así después de tanto esperar, la chica que se endulzó, volvió a enfriarse, volvió a dejar de creer en el amor, se dio por rendida. Empezó a empezar a pensar lo que ya pensó antes que mas vale sola que en rutina, y una rutina toxica, todo acabó, así ambos estarían mejor, fuera mal entendidos. Sus expectativas con el tiempo volvieron a darle la razón.
Aquí acaba una bonita historia, una que parecía un cuento, pero como cual, tubo su final, las perdices pasan de moda, se lleva más la pizza, así que la guerrera se encerró con una pizza en su cuarto, escuchando música, pasando del mundo, tratando de evadirse de la fría realidad, Hace fresco en la soledad, pero cuando te acostumbras, empiezas a sentir el cálido placer de la oscuridad.
Derramé ya bastantes lagrimas, pero esta mierda de mundo no las merece, así que no volveré a sentir el pasado, el destino esta escrito en un folio manchado, conocerá el destino que le han dado, todo lo conocido no es casualidad, por ello mismo, luchar por lo perdido no vale la pena.
La guerrera se vuelve a su suave pluma en el cielo, con sus pájaros en la cabeza y no en el estomago.
A esta no la vuelven a enamorar, esta lejos de la tierra, ahora esta en otro mundo, uno donde el amor es el papel higiénico con el cual me quito el maquillaje al llegar de fiesta borracha.
Está chica sale a bailar, esta chica se va a disfrutar, se va olvidar de todo, nada me parara, esta vez no será fácil, esta vez, para tenerla, habrá que complacerla, hay que saber mover las caderas, pero en una pista de baile, hay que llevarle rosas, pero dejarlas en la puerta y marcharse, nadie volverá a entrar en mi santuario personal, donde las leyes las pongo yo, donde la oscuridad es la mayor luz que entrará.
Esta vez, para conocerme, habrá que esperar cola, y si esperas algo de ella, habrá que esperar sentado, `pues sera una espera sin fin. La chica que deje de ser, vuelve de nuevo, pero vuelve más convencida de lo que ya pensaba, El amor da asco, pero el mayor placer de todos, es ver como te miran sin que puedan tenerte. Vuelvo a ser a la que ni el viento retaba, la que le quemaba al fuego, y el hielo congelaba. La que derretía pasiones, y fundía corazones, La que atraía miradas y alejaba con palabras. A la que temían por honesta y querían por sincera. La que admiraban, y ella admiraba la bella luna, pero la observaba desde su balcón, sola, con el humo de su cigarro, pensando que hacer, y diciéndose así misma, que mas da lo que hacer si todo es una porquería, Ahora disfrutare de lo que la autentica vida se decía, mientras bailaba al son de su canción preferida.
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